Inteligencia Artificial en la Educación
Según Gonzales y Romero (2022), la IA es la capacidad de las máquinas de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento y la resolución de problemas. La IA se originó en la década de 1950 con el objetivo de crear máquinas que pudieran imitar el comportamiento humano.
Además, Flores et al. (2021) mencionan que la IA puede mejorar la calidad y la eficiencia de la educación, al ofrecer personalización, adaptación, retroalimentación, tutoría y evaluación. Sin embargo, la IA también plantea desafíos éticos, sociales, pedagógicos y técnicos, como la privacidad, la equidad, la confianza, la interacción y la infraestructura.{
Desafíos de la Inteligencia Artificial en la Educación
Segun Rodríguez et al. (2023) mencionan que, el potencial de la IA para mejorar el aprendizaje y la enseñanza, también se plantean desafíos importantes. La relación entre tecnología y docentes emerge como un punto crítico, ya que se subraya que la IA no puede reemplazar por completo el papel de los profesores. La necesidad de equilibrar el uso de la tecnología con el enfoque humano y abordar cuestiones éticas y de acceso equitativo a la tecnología se considera crucial. Asimismo, se resalta la importancia de que los profesores se adapten a las nuevas tecnologías y métodos de enseñanza, mientras las instituciones educativas brindan el apoyo y la formación adecuados.
Es decir, la IA tiene el potencial de mejorar el aprendizaje y la enseñanza, pero también plantea desafíos importantes, como la relación entre tecnología y docentes, el equilibrio entre el enfoque humano y tecnológico, y las cuestiones éticas y de acceso equitativo a la tecnología, además, los profesores necesitan adaptarse a las nuevas tecnologías y métodos de enseñanza, con el apoyo y la formación adecuados de las instituciones educativas. Ahora bien, la IA abarca una diversidad de campos de conocimiento, desde la salud hasta el derecho, y requiere establecer confianza en las tecnologías informáticas y en el aprendizaje profundo, garantizando la precisión de diagnósticos, modelos y metodologías que ayuden al estudiantado. Además, la IA permite personalizar el aprendizaje según las necesidades individuales de los estudiantes, pero también implica el uso ético de los datos recopilados mediante la inteligencia artificial.
Incio Flores, F. A., Capuñay Sanchez, D. L. ., Estela Urbina, R. O. ., Valles Coral, M. Ángel ., Vergara Medrano, S. E. ., & Elera Gonzales, D. G. . (2021). Inteligencia artificial en educación: una revisión de la literatura en revistas científicas internacionales. Apuntes Universitarios, 12(1), 353–372. https://doi.org/10.17162/au.v12i1.974
González-Videgaray, M., & Romero-Ruiz, R. (2022). Inteligencia artificial en educación: De usuarios pasivos a creadores críticos. FIGURAS REVISTA ACADÉMICA DE INVESTIGACIÓN, 4(1), 48–58. https://doi.org/10.22201/fesa.26832917e.2022.4.1.243
Ángel Freddy Rodríguez Torres, Katherine Elizabeth Orozco Alarcón, Jaime Anderson García Gaibor, Sofía Daniela Rodríguez Bermeo, & Héctor Alexander Barros Castro. (2023). La Implementación de la Inteligencia Artificial en la Educación: Análisis Sistemático. Dominio De Las Ciencias, 9(3), 2162–2178. https://doi.org/10.23857/dc.v9i3.3548
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